Impresoras 3D también la medicina animal

A estas alturas sobra decir ya que si investigamos un poco sobre impresión 3D, los principales resultados nos van a venir de EEUU. Y es que en el país norteamericano esta tecnología avanza a medida que pasan los días y laboratorios, empresas, universidades, escuelas y hasta familias particulares conocen o han trabajado ya con impresión 3D.

En este caso nos trasladamos a conocer el laboratorio de la Universidad de Auburn. La Facultad de Medicina Veterinaria de esta universidad es ya una de las primeras en practicar la curación de animales con técnicas basadas en impresión 3D. En ella se ha puesto en marcha un programa de cirugía animal que se aprovecha de los adelantos que ofrece esta tecnología para aplicársela a los animales.

El Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad ha adquirido para ello, la última versión de la impresora 3D MakerBot con el fin de aplicarla como solución ante procedimientos quirúrgicos complicados.

Hace unas semanas se encontraban con el caso particular que presentaba Sophi, un perrito Yorkshire de 7 años que tenía una incidencia en la primera y segunda vértebra cervical.

La primera opción que barajaban los veterinarios era proceder a la implantación de una prótesis vertebral que ayudara a corregir este problema en el pequeño animal. Sin embargo, junto con esta opción se encontraron un problema, Sophi era efectivamente un pequeño animal de sólo 1,4 kilográmos de peso, por lo que ninguna de las prótesis ya existentes podría serle de utilidad.

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Los investigadores de la Facultad de Veterinaria recurrieron entonces a la utilización de impresoras 3D para la curación del pequeño yorkshire.

En general, los veterinarios seleccionan las placas y tornillos más adecuados en estos casos y durante la operación intentan dirigir los tornillos para un ajuste lo más perfecto posible. Aunque este proceso no siempre llega a la perfección, suele además durar en torno a una hora.

La aplicación de impresoras 3D en este campo de la cirugía hace que los médicos puedan elaborar un remedio y evaluar las posibilidades hasta elegir la óptima antes de someter al paciente a la operación, por lo que los tiempos se acortan, el riesgo disminuye y las posibilidades de éxito son mayores.

El Dr. Hespel se encargó de la impresión de las placas de Sophi, y dijo “Después de producir un modelo físico de las vértebras del perro usando impresoras 3D, podemos decir satisfechos que hemos medido éstas y hemos creado con precisión las placas que devolverán a Sophi su calidad de vida”. 

Desde hace algunos meses, las impresoras 3D vienen siendo noticia también en el campo de la cirugía animal. Hace poco tiempo contábamos la historia de un pequeño pato al que los investigadores han conseguido devolverle la movilidad con la impresión en 3D de una de sus extremidades.

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