La empresa MirrorMe3D hace posible representar con precisión los resultados de una cirugía plástica antes de llevar a cabo la operación. 

Para los pacientes de clínicas de cirugía plástica tiene que ser bastante complicado confiar plenamente en las manos en las que se ponen y en los resultados que obtendrán.

La mayoría de estas cirugías tienen resultados positivos a los ojos del paciente, aunque en algunos casos  los pacientes terminan decepcionados con los resultados de su cirugía.

MirrorMe3D, es una empresa situada en Nueva York y fundada por la cirujana plástica Carrie Stern, que ha desarrollado una tecnología 3D para que los pacientes que decidan someterse a una operación quirúrgica para modificar por razones estéticas cualquier parte de su cuerpo puedan ver previamente el resultado de la misma mediante una impresión tridimensional de su rostro, pecho, nariz, etc.

La cirujana Carrie Stern se ha dado cuenta de lo importante que es para los pacientes presentarles con la mejor precisión posible los resultados post-quirúrgicos. Por este motivo creó MirrorMe3D. Los modelos 3D se imprimen en yeso y su precio oscilará  entre los 60 y 300 dólares, dependiendo de su tamaño.

Para los médicos, esta tecnología podría ser muy beneficiosa, ya que es una forma de proporcionarles una garantía en cuanto a los resultados que pueden obtener después de haber realizado la intervención. Las caras impresas en 3D también permiten mostrar ejemplos de otras cirugías que se han realizado, trabajando de forma virtual con el paciente.

“Con este nuevo método usted puede estar seguro de que sus expectativas coinciden con los de su cirujano”, explica la compañía. “Un modelo en 3D le proporcionará un mayor conocimiento de los resultados que podrá tener la cirugía estética.”

Estas impresiones en 3D también permiten a los pacientes ver exactamente como quedarán sus implantes mamarios..

Sin lugar a dudas, este es el futuro de la cirugía estética. La idea de representar con precisión los resultados post-quirúrgicos ofrecerá beneficios para todos los involucrados, desde pacientes y familiares, hasta los cirujanos.

Es sólo cuestión de tiempo que los cirujanos plásticos de todo el mundo comiencen a utilizar la impresión en 3D para ayudar a sus pacientes a ver cuál será su aspecto final mejor.

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